CORTADO ANTES DE QUE FLORECIERA
“Y esto te lo digo a ti,
a ti que cuando sonríes haces pensar
en el comienzo del mundo.”
-Vicente Huidobro-
De todas formas
abandono todo lo que no sea voz y te traiga,
en medio del asedio,
todo lo que no sea calle
donde,
desde hace siete días,
estás cortando el aire a campanadas.
Abandono esta orilla confusa donde jamás has existido,
este agua que ni siquiera moja,
este diluvio subterfugio.
Reniego de esta lágrima prófuga,
este redoble de silencio
que cae en el centro del pecho del domingo
y lo hace trizas.
Abandono esta forma de decir
que se engalana de lunas y de escombros,
este virus activo que ni mata
ni deja de matar,
este aviso por última vez.
Abandono la eterna muralla
que amenaza el amor.
Me remito a tu pelo
crecido en un bosque sin mapas,
me remito
a la canción de incertidumbre
que levantan tus manos,
a rastrear tu idioma
de signos, claveles y sellos.
Me propongo
desesperar esta manera de peces ahogados.
¡Cortado!
¡Caído!
¡Deshecho!
como un suspiro que haya querido sucumbir
a causa
de la fatiga de los pájaros.
Quizás estés ya muerto
y esté rodando tu equipaje a lo largo
de un aeropuerto sin edad,
quizás estés llegando entre los agujeros de la escarcha.
Quizás estés muy solo,
inmensamente ausente
y no encuentres la forma de ser de nuevo tú.
Abandono
todo lo que no sea alma
que encienda de nuevo tu sonrisa
y te traiga.
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